El Estado colombiano pidió perdón por el exterminio de la Unión Patriótica en acto encabezado por Gustavo Petro
En un hecho histórico, el Estado colombiano reconoció su responsabilidad y pidió perdón por el exterminio de miles de militantes de la Unión Patriótica (UP), ocurrido entre 1984 y 2002. El acto, encabezado por el presidente Gustavo Petro, se realizó este domingo en la Plaza de Bolívar de Santa Marta, en presencia de más de 1.500 víctimas, sobrevivientes y familiares.
La ceremonia, cargada de simbolismo, comenzó con el himno de la UP —“Te daré una rosa, esa rosa se llama UP”— entonado por los asistentes, que levantaron rosas amarillas en memoria de quienes fueron asesinados o desaparecidos por motivos políticos.
El evento se llevó a cabo en el marco de la IV Cumbre de la Celac y la Unión Europea, y cumplió la orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que en 2022 declaró la responsabilidad internacional del Estado colombiano por el “plan de exterminio” contra la UP y exigió un acto público de perdón.
“El Estado colombiano debe pedir perdón, no ofrecerlo, porque es corresponsable de un genocidio político”, afirmó Petro, quien estuvo acompañado por la cúpula militar para enfatizar la responsabilidad institucional en los hechos.
El mandatario recordó que la UP surgió en 1985 como resultado de los acuerdos de paz entre el Gobierno de Belisario Betancur y la guerrilla de las extintas Farc, con el propósito de abrir espacios democráticos para la izquierda. Sin embargo, ese intento fue brutalmente reprimido: entre 3.000 y 6.000 militantes, incluidos dos candidatos presidenciales, congresistas, alcaldes y dirigentes locales, fueron asesinados o desaparecidos.
Durante el acto, la senadora Aída Avella, presidenta de la UP y sobreviviente del exterminio, expresó su agradecimiento al Gobierno por cumplir la sentencia internacional y reiteró su compromiso con la lucha por la memoria y la justicia.
“No nos mataron a todos. Los que quedamos ya nos multiplicamos, somos cientos de miles de corazones. ¡Viva la Unión Patriótica!”, dijo Avella, entre aplausos y lágrimas de los asistentes.
El perdón del Estado colombiano, más de cuatro décadas después del inicio de la persecución, marca un paso fundamental en el camino hacia la verdad, la reparación y la no repetición, en uno de los capítulos más dolorosos de la historia política del país.
