El jueves 21 de noviembre se cumplen 30 años de la muerte del acordeonero y compositor de música vallenata Juan Humberto ‘Juancho’ Rois Zúñiga. ‘El conejo’ o ‘El fuete del acordeón’ falleció tras sufrir un accidente aéreo en El Tigre, Venezuela. En el siniestro también murieron el técnico de acordeones Eudes Granados, el bajista Rangel ‘El Maño’ Torres y el piloto Pedro José Monsalve.
‘Juancho’ Rois fue sepultado en el municipio de San Juan del Cesar, Guajira, en medio de multitudinarias manifestaciones de duelo por parte de sus fanáticos, amigos y familiares, quienes no salían del asombro por lo sucedido.
En una entrevista para EL PILÓN, el guacharaquero Jesualdo ‘El Zurdo’ Ustariz, sobreviviente de la tragedia, recordó que ese 21 de noviembre de 1994 fueron contratados para amenizar una fiesta. Pese a que les habían advertido que no podían viajar porque el aeropuerto donde iban a aterrizar estaba cerrado, decidieron arriesgarse para cumplir con el compromiso musical.
“El día del accidente viajaba con ‘Juancho’, ‘Maño’ y ‘Eudes’ en una avioneta pequeña. Íbamos incómodos y los instrumentos prácticamente nos quitaban el espacio. Antes de salir, el piloto nos dijo que no se arriesgaba a despegar porque le habían informado que para dónde íbamos no había luz, sin embargo, tanto era el afán de los que nos esperaban para la presentación que le dijeron a Juancho que nos fuéramos así, que allá ellos nos ponían unas luces en la pista para que el avión aterrizara. Nos fuimos en esas condiciones, pero lo que nos hizo accidentar no fue la falta de luz, sino la falta de combustible, y un cable que se nos enredó en la avioneta”, relató Ustariz.
El guacharaquero contó que tras el impacto todos quedaron inconscientes y aprisionados entre los instrumentos. “La avioneta cayó de frente, impactando con la zona donde van el piloto y el copiloto. Todos quedaron inconscientes, hubo un silencio largo y yo tenía un desespero por salir del asiento, pero estaba aprisionado por mis compañeros y nuestros instrumentos. Fue algo que nunca olvidaré porque ese día volví a nacer”, añadió.
Los heridos fueron trasladados a un hospital, donde se confirmó el fallecimiento de ‘Juancho’ Rois, Rangel Torres y Eudes Granados. El acordeonero murió un mes después del matrimonio con la monteriana Jenny Dereix, madre de su hijo Juan Humberto Rois Dereix.
El legado de Juancho Rois en la labor social de su hijo
Aunque Juan Humberto Rois Dereix asegura que cuando niño tomó clases para aprender a tocar el acordeón y seguir con el legado de su padre, anhelo que tal vez tenían los que conocieron a ‘El Fuete’, se inclinó por la labor social y la política. Actualmente es diputado del departamento de Córdoba. No obstante, no duda en manifestar que del acordeonero heredó su pasión, sencillez y humildad.
“El legado de mi papá es muy grande. En vida decía que las cosas había que hacerlas con pasión y con esa misma pasión que él tocaba el acordeón, yo hago mi oficio en la política. Yo soy un hombre entregado al pueblo y creo que eso es heredado de él. En mi familia materna no hay ningún político, este gusto por trabajar por la gente nace sin duda alguna de él. A mí me traían de vacaciones a Valledupar un mes y medio a la academia del ‘Turco’ Gil, pero nunca sentí mi vocación hacia el acordeón”, afirmó Rois Dereix a EL PILÓN.
Al mismo tiempo, aseguró que, así como su papá se destacó como uno de los mejores acordeoneros de la música vallenata y se arriesgó a presentar un ritmo nuevo como lo es el vallerengue, una combinación entre el vallenato y el merengue, él en la Asamblea de Córdoba trabaja “incansablemente por el pueblo cordobés”, pero dijo que también se siente un guajiro más.
Homenaje a Juancho Rois en San Juan del Cesar y rey vitalicio en Valledupar
El nombre de ‘Juancho’ Rois y su logros en la música vallenata al lado de los cantantes Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Juan Piña y Elías Rosado aún son recordados con orgullo por los habitantes de San Juan del Cesar, La Guajira, razón por la cual, el acordeonero es uno de los homenajeados de la edición 47° del Festival Nacional de Compositores, que se llevará a cabo del 13 al 15 de diciembre de 2024.
“El homenaje a Juancho Rois es por los 30 años del aniversario de su muerte. Creo que Juancho dejó un estilo, así como lo dejó Alejo Durán y Luis Enrique Martínez, para la nueva generación ‘Juancho’ Rois es el referente. 30 años de haberse muerto y todos quieren tocar y ser ‘Juancho’ Rois, entonces hay que recordarle a la juventud y a nuestros antepasados que ‘Juancho’ Rois está vivo porque dejó escuela”, señaló Álvaro Álvarez a este medio de comunicación. En el mismo escenario, Silvestre Dangond será honrado.
Sin embargo, este no es el único reconocimiento póstumo que recibirá el acordeonero. La Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata lo declaró rey vitalicio por su contribución al folclor de la región. El artista ocupó el segundo lugar en el festival de 1991, donde fue uno de los favoritos. Fue superado en la final por Julián Rojas.
“Recibimos con emoción y nostalgia al saber que aún, después de 30 años de su muerte, el legado de mi papá sigue intacto. Lo seguimos recordando como si estuviera vivo, es solo cerrar los ojos, escuchar el acordeón y tener a mi papá presente. No lo pude conocer, pero evoco en cada amigo, en cada anécdota y experiencia ese sentimiento y me hago una imagen de él que me motiva a llevar su nombre en alto”, mencionó Juan Humberto Rois Dereix sobre los homenajes a su padre.
Las notas de Juancho Rois
Juan Humberto Rois Zúñiga no solo se caracterizó como un gran acordeonero, sino también como compositor, creando canciones que narraban sus vivencias personales y musicales. ‘Por qué razón’, ‘La falla fue tuya’, ‘No comprendo’, ‘Las notas de Juancho’ y ‘Acabaste con mi vida’, fueron algunas de sus composiciones.
Sus notas musicales quedaron plasmadas en los álbumes ‘Ganó el folclor’, ‘Título de amor’, ‘Paisaje de Sol’, ‘26 de mayo’, ‘Mi vida musical’ ‘El cóndor herido’, ‘El cantante’ y ‘El cariño de mi pueblo’, por mencionar algunos. De seguro, este 21 de noviembre sus fanáticos seguirán escuchando sus creaciones y conmemorando su legado.
POR: LUCÍA MENDOZA CUELLO/ EL PILÓN.