Calixto Ochoa, el filósofo del acordeón que transformó el vallenato
El vallenato no sería lo que es hoy sin la mente inquieta y brillante de Calixto Antonio Ochoa Campo. Acordeonero prodigioso, compositor inagotable y narrador de la vida cotidiana con un enfoque casi filosófico, Ochoa dejó un legado que atraviesa generaciones y sigue vivo en cada nota que retumba en el Caribe colombiano.
Nacido el 14 de agosto de 1934 en Valencia de Jesús, corregimiento de Valledupar, Calixto creció entre procesiones, rezos y la vida tranquila de un pueblo que hoy cuenta su historia en cada esquina. Allí, donde los niños aún interrumpen el juego para cantar sus canciones, se forjó una de las figuras más prolíficas del género.
Ochoa logró lo que pocos: retratar la región con una simple melodía. Los Sabanales, uno de sus himnos más recordados, se volvió un sello del Caribe profundo. Creó personajes propios, como el célebre Remanga, y dejó canciones que invitan a pensar, como El Mundo, grabada por Diomedes Díaz y Nicolás Elías “Colacho” Mendoza. “Por eso el mundo, para ser mundo, tiene que haber de todo un poquito…”, dice un verso que hoy sigue vigente como reflexión social.
Las estadísticas hablan solas: más de mil canciones grabadas y una herencia que podría crecer, pues su esposa, Dulsaides Bermúdez, afirma que todavía hay cassettes inéditos en su casa. Su universo creativo también traspasó fronteras. El Africano saltó al merengue en la voz de Wilfrido Vargas, mientras que Los Sabanales llegó al mundo urbano con Carlos Vives y Ryan Castro.
El imaginario de Calixto fue tan amplio que incluso sus historias fantásticas se convirtieron en clásicos: Calabacito alumbrador, El muerto borracho, El Amigo Chan y Fiesta Animalandia hacen parte de ese catálogo que combina humor, crítica social y magia popular. En ocasiones, su música también fue herramienta de reclamo. En El Padre Pachito, cuestionó la actuación de un sacerdote de Valencia de Jesús por la salida de unos altares del templo. Luego llegaría una canción de desagravio, demostrando que Calixto narraba la vida tal como la sentía.
Para recordar esa obra gigante, este jueves 20 de noviembre será presentado el documental Calixto Ochoa, El Filósofo del Acordeón, producido por la Oficina de Comunicaciones del Gobierno del Cesar. El evento, que se realizará a las 5:00 p.m. en el Parque de la Vida, reunirá a familiares, amigos, músicos y seguidores. Su hijo, Rolando Ochoa, interpretará en vivo algunas de sus canciones más emblemáticas.
A diez años de su partida, Calixto sigue siendo un referente incuestionable. Un creador que expandió los límites del vallenato y que, con su talento, ayudó a llevar la música del Caribe colombiano a escenarios de todo el mundo.
Su nombre permanece intacto en la memoria del folclor. Y su obra, como pocas, sigue creciendo con el tiempo.
