
Una nueva masacre sacude la Sierra Nevada de Santa Marta. Los cuerpos de dos hombres y una mujer fueron hallados sin vida en zona rural del corregimiento de Palmor, municipio de Ciénaga (Magdalena), en un caso que ha consternado a sus familiares y a la opinión pública.
Las víctimas fueron identificadas como Saraith del Carmen Torres, de nacionalidad venezolana y 40 años de edad; Daniel Manuel Julio Anaya, de 28 años; y Merquis Quintana García, todos residentes en Cartagena. Los tres habían viajado recientemente hacia la zona con la ilusión de acceder a una oportunidad laboral.
Los cadáveres fueron encontrados maniatados, con signos de tortura y en avanzado estado de descomposición, lo que obligó a las autoridades a recurrir a las huellas dactilares para poder confirmar sus identidades. Los cuerpos habían permanecido una semana en Medicina Legal de Santa Marta sin ser reconocidos, hasta que familiares reportaron su desaparición.
Campesinos del sector descubrieron los cuerpos en una trocha cubierta de vegetación. De acuerdo con los primeros reportes, no se trataría de un robo común, sino de un crimen premeditado.
Según información recopilada por El Heraldo, fue Daniel Julio quien convenció a Saraith de aceptar la propuesta de trabajo en la Sierra Nevada. Ambos, junto a Merquis Quintana, habrían llegado en los últimos días a una finca de la zona para empezar labores, sin imaginar que el viaje terminaría en tragedia.
“Él me dijo que era algo relacionado con su trabajo, que solo serían unos días. Jamás imaginamos esto”, expresó un allegado de Daniel Julio, quien trabajaba en una llantería en Cartagena.
Las autoridades manejan como principal hipótesis la posible participación de grupos armados ilegales que operan en esta zona del Magdalena. Así lo indicó el coronel Jaime Ríos, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta: “Estamos verificando información, revisando cámaras, llamadas y las rutas que siguieron estas personas”.
Los familiares exigen justicia y respuestas ante lo ocurrido. “Nadie nos los va a devolver, pero queremos saber por qué los mataron. No puede ser que simplemente desaparezcan y nadie diga nada”, manifestó un pariente de Merquis Quintana.
La investigación continúa, mientras el caso se suma a una preocupante lista de hechos violentos que siguen ocurriendo en la región.