José Antonio Kast llega a la Presidencia de Chile tras imponerse ampliamente en la segunda vuelta

José Antonio Kast llega a la Presidencia de Chile tras imponerse ampliamente en la segunda vuelta

Chile eligió este domingo a su próximo presidente y el resultado marcó un punto de quiebre en la historia política reciente del país. José Antonio Kast, referente de la ultraderecha chilena, se impuso con una ventaja contundente en la segunda vuelta electoral y asumirá el mando tras obtener cerca del 59 % de los votos frente a la candidata de centroizquierda, Jeannette Jara.

La jornada electoral, desarrollada bajo el sistema de voto obligatorio por primera vez en una elección presidencial, registró además un aumento significativo de votos blancos y nulos en comparación con la primera vuelta. Kast logró ganar en las 16 regiones del país, consolidando una de las victorias más amplias desde el retorno a la democracia.

El resultado convierte a Kast en el primer presidente chileno que ha reivindicado abiertamente la figura del exdictador Augusto Pinochet desde el fin del régimen militar. Su triunfo fue celebrado por miles de seguidores que se congregaron frente a su comando de campaña en Santiago.

En su primer discurso como presidente electo, Kast aseguró que gobernará “para todos, sin excepción” y afirmó que el país expresó en las urnas un mensaje inequívoco de cambio. “Chile no quiere continuidad, quiere una transformación real”, sostuvo, al tiempo que pidió “templanza y fortaleza” para asumir el desafío de liderar la nación.

El futuro mandatario centró buena parte de su intervención en el tema del orden público, uno de los ejes de su campaña. Prometió reforzar la seguridad, restablecer el respeto a la ley y enfrentar con mano dura la delincuencia. “Sin seguridad no hay democracia ni libertad”, afirmó, al señalar que su Gobierno buscará erradicar el miedo y la violencia de las calles.

Kast también delineó las prioridades de su administración, que estarán enfocadas en seguridad, control migratorio y reactivación económica. Insistió en que habrá consecuencias estrictas para quienes infrinjan la ley y advirtió que no tolerará actos de vandalismo ni desórdenes.

Durante su intervención, agradeció el respaldo de figuras de la derecha tradicional y de sectores más radicales que lo apoyaron tras quedar fuera de la contienda electoral, y los convocó a conformar un gobierno sin repartos políticos, basado —según dijo— en la unidad y el mérito.

Finalmente, el presidente electo aclaró que su victoria no representa un punto de llegada, sino el inicio de un proceso de cambios que comenzarán de inmediato, aunque advirtió que los resultados no serán instantáneos. Con este resultado, Chile inicia una nueva etapa política que promete profundas transformaciones y un intenso debate interno.