Samuel David Arredondo, un joven de la ciudad de Valledupar, decidió encadenarse en el Hospital Universitario Metropolitano en Barranquilla como forma de protesta en contra de los abusos de la Universidad Metropolitana bajo la llamada ‘autonomía institucional’, el anuncio de su expulsión el 11 de octubre causa revuelo; a tan solo 15 días de su graduación como odontólogo.
La conmovedora historia de un estudiante encadenado en huelga y protesta ha movido el país, Samuel David Arredondo tiene más de dos años peleando una dura batalla con el poder de los directivos de esta universidad tras denunciar públicamente abusos e irregularidades que se vienen cometiendo y han sido normalizados en esta institución privada. Millonaria suma de dinero ha gastado en su defensa jurídica ante los señalamientos y evitando llegar a una expulsión que truncara su camino profesional.
El caso ha tenido muchos ires y venires, en una oportunidad fallaron a su favor y pudo ingresar a la universidad, continuó con sus estudios. Y a punto de culminar su carrera profesional le llega una segunda expulsión.
Hace dos semanas, Arredondo denunciaba desde las redes sociales persecución en su contra y lo sucedido en una audiencia “pública” en la cual fueron retirados sus testigos, “una vez más vulneran mis derechos fundamentales”, y pedía apoyo a amigos, colegas, personalidades, políticos para que su caso no quede en la impunidad y se haga justicia.
Este 11 de octubre fue decisivo para emprender una acción de protesta y tomarse las vías de hecho, se fue hasta la ciudad de Barranquilla y con cadenas sobre su cuerpo se amarró a las rejas del Hospital universitario, sus compañeros y amigos apoyaron su causa y lo acompañaron, su familia emprendió un viaje desde Valledupar hasta el lugar conmovidos con esta situación que hoy tiene en vilo la vida y educación del estudiante Samuel Arredondo.
Por segunda vez, fue expulsado y esto resuelve el acto administrativo: