Masacre en Río: 132 muertos deja la operación policial más letal en la historia de Brasil

Masacre en Río: 132 muertos deja la operación policial más letal en la historia de Brasil

Escenas de horror sacuden el norte de Río de Janeiro. Decenas de cuerpos fueron alineados por los propios vecinos en una plaza de la favela de Penha, tras la que ya es considerada la operación policial más mortífera de Brasil: 132 personas murieron, según la Defensoría Pública.

La cifra oficial del Gobierno regional reporta 119 fallecidos, aunque la Defensoría —encargada de brindar asistencia legal gratuita— elevó el número tras acompañar desde la madrugada la búsqueda de desaparecidos y la identificación de cadáveres en los institutos forenses.

En la zona, testigos relataron a medios internacionales escenas dantescas: cuerpos decapitados, vecinos cavando entre escombros y denuncias de “ejecuciones extrajudiciales” por parte de los agentes.

La Policía Civil informó que cuatro uniformados también perdieron la vida y que los demás muertos serían presuntos miembros del Comando Vermelho, una de las facciones criminales más poderosas del país.

“Solo fueron abatidos quienes optaron por el enfrentamiento”, dijo Felipe Curi, secretario de la Policía Civil de Río, al defender la legitimidad del operativo.

El gobernador del estado, Cláudio Castro, calificó la acción como un “éxito”, asegurando que se trató de un golpe contundente contra el crimen organizado.

“Exceptuando la vida de los policías, el resto fue un éxito”, afirmó en rueda de prensa.

La macrooperación, lanzada el martes 28 de octubre, movilizó a unos 2.500 agentes para ejecutar 100 órdenes de captura en los complejos de favelas Alemão y Penha, considerados bastiones del Comando Vermelho. Según la Fiscalía, allí se incautaron 119 armas, 14 explosivos y fueron arrestadas 113 personas.

Sin embargo, la magnitud de la violencia provocó una ola de críticas dentro y fuera del país.
La ONU expresó sentirse “horrorizada” por la cifra de muertos y pidió investigaciones rápidas e independientes. Desde Brasilia, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, afirmó que el Gobierno federal no fue informado previamente del operativo y calificó la acción como “extremadamente cruenta”.

“Veremos si es compatible con el Estado democrático de derecho”, señaló antes de viajar a Río para reunirse con el gobernador y evaluar la situación.

Mientras tanto, los habitantes de las favelas siguen contando a sus muertos entre el llanto, la indignación y la desconfianza hacia un Estado que, una vez más, llega con tanques antes que con derechos.