Militares del Batallón La Popa reconocieron responsabilidad en ‘falsos positivos’

Militares del Batallón La Popa reconocieron responsabilidad en ‘falsos positivos’

Ante la Jurisdicción Especial para la Paz, militares investigados por su participación en ‘los falsos positivos’, reconocieron su responsabilidad en las ejecuciones extrajudiciales, de al menos 120 personas en El Catatumbo y 127 en la Costa Caribe, donde en esta última región del país la responsabilidad la aceptaron 11 de los 15 militares que pertenecieron al Batallón de Artillería Nº2 La Popa.

A esta decisión se llegó luego que la Sala de Reconocimiento ordenara trasladar a las víctimas acreditadas y al Ministerio Público las manifestaciones de reconocimiento de los comparecientes.

La JEP concluyó que los crímenes no hubieran ocurrido sin la política institucional del Ejército de conteo de cuerpos, sin la política de incentivos y la constante presión que ejercieron los comandantes sobre sus subordinados para obtener muertos “en combate».

Entre el 18 de agosto y el 9 de noviembre de 2021, los 11 de los 15 imputados del Batallón de Artillería No. 2 La Popa (BAPOP) vinculados a los hechos de la Costa Caribe, presentaron su escrito de reconocimiento ante la JEP.

Estos fueron el mayor Heber Hernán Gómez Naranjo, el teniente Carlos Andrés Lora Cabrales, los subtenientes Eduart Gustavo Álvarez Mejía y Elkin Leonardo Burgos Suárez; los sargentos primero Efraín Andrade Perea y Manuel Valentín Padilla Espitia; el sargento viceprimero José de Jesús Rueda Quintero, y los soldados profesionales Juan Carlos Soto Sepúlveda, Yeris Andrés Gómez Coronel y Alex José Mercado Sierra, investigados por circunstancias sucedidas entre 2002 y 2005.

Por su parte, el mayor retirado Guillermo Gutiérrez Rivero, quien se desempeñó como oficial de operaciones del BAPOP y uno de los uniformados de más alto rango imputados por los hechos de La Popa (Costa Caribe), manifestó: “Reconozco mi responsabilidad por contribuir al conflicto armado en vez [sic] de la paz, como me lo mandaba mi cargo público y mi deber como ciudadano. Pido perdón a cada uno de los ciudadanos víctimas de mi acción, a quienes reconozco como personas dignas y sujetos de derechos vulnerados y me comprometo a repararlos, aportando toda la verdad que conozco sobre estos homicidios”.