‘Presenté mi inconformismo por tener que mentir: nunca hubo combate’, dice exmilitar que declaró contra Publio Mejía

‘Presenté mi inconformismo por tener que mentir: nunca hubo combate’, dice exmilitar que declaró contra Publio Mejía

El militar Nelson Javier Llanos Quiñones creía que el coronel en retiro Publio Hernán Mejía, un oficial de más de 30 años de carrera y altamente condecorado, era el modelo a seguir dentro del Ejército Nacional. Para Llanos fue un gran impacto cuando Mejía, un instructor que tanto admiraba, llegó a comandar el Batallón de Artillería La Popa, en Valledupar, a finales de 2001. 

Llanos Quiñones, que con 21 años lideró un pelotón del Batallón, es el único absuelto por la justicia ordinaria de un grupo de militares que terminaron condenados, junto a Mejía, por múltiples casos de ejecuciones extrajudiciales realizados entre 2002 y 2003. El militar dijo que después de cuatro años preso, tuvo un punto de quiebre con el coronel Mejía, y decidió no apoyarlo más.

Así lo declaró Llanos en el juicio transicional que la Jurisdicción Especial para la Paz adelanta en contra del coronel Publio Mejía por 72 casos de ejecuciones extrajudiciales, los mal llamados falsos positivos, que se cometieron en 35 hechos diferentes entre 2002 y 2003. Llanos dijo que él tuvo la convicción por muchos años de que el primer resultado operacional que el Batallón presentó tras la llegada de Mejía fue producto de un combate, pero que solo hasta que estuvo preso se enteró de que fue simulado.  

El hecho ocurrió así: a inicios de 2002, en una vía saliendo de Valledupar, un grupo de soldados fue a verificar una información que supuestamente había llegado. Se escucharon unos disparos. Las tropas se detuvieron, dispararon y luego revisaron el área y encontraron un cuerpo. Lo que realmente pasó fue que se hicieron tiros al aire y el cuerpo ya estaba ahí desde antes: lo habían dejado en la zona los paramilitares. Es decir, se falseó la situación para hacer parecer que hubo una operación que terminó con un delincuente abatido.

Llanos dijo que ese era su primer combate. Que dispararon y las tropas respondieron. Que él creía que sí fue una operación legítima. Pero que muchos años después, ya preso, el coronel Heber Gómez Naranjo le contó que no, que era una situación simulada. El tema se tocó en las reuniones que los uniformados tenían en las reclusiones militares en las que estaban mientras se adelantaba el juicio en la justicia ordinaria.

“Para ese juicio, nosotros nos reuníamos para preparar la defensa. En esas reuniones siempre se decía que hubo combate, sobre todo el primer caso. Hubo un punto de quiebre con mi coronel Mejía en una reunión en donde nos expresó que mi coronel Gómez iba a contar la verdad, pero él decía que: ‘ahí no había nada, a nosotros que nos demuestren’”, contó.

“En ese momento, yo le manifesté a mi coronel que hasta ahí llegaba con él. Le dije: ‘usted no puede pretender que después de cuatro años de estar privado de la libertad, después de que he leído los procesos, después de que me he dado cuenta de las cosas que hicimos, usted me siga manipulando y que me siga diciendo que yo todavía tengo que ir a decir mentiras y decir que hubo combate’. Me levanté de la mesa, senté mi voz de protesta y ahí hubo un punto de quiebre porque a partir de ese momento, él ya sabía que conmigo no contaba para esas cosas”, agregó.

sPublio Mejía, coronel en retiro. Foto: JEP.

Nelson Javier Llanos, quien llegó al grado de capitán en su carrera militar, contó que por ese primer resultado hubo una calle de honor y una felicitación. Además, relató que en otras situaciones sí evidenció las irregularidades en los operativos y que le tocó firmar documentos sobre esos resultados, que eran falsos.

“Hubo un resultado, pero a diferencia de la primera, no disparamos”. Fue en la vía hacia Sabana de Crespo. Fueron a verificar supuestamente la información del paradero de unos delincuentes en la zona. Hicieron un registro y en la vía estaba el cuerpo de una persona. Tenía un arma. Se lo llevaron a la morgue y al otro día, le dijeron que hiciera el reporte de la situación.

“Yo le digo (al entonces mayor Gómez Naranjo) que no hubo disparos. Él me dice que tengo que decir que hubo combate. Yo le dije que no iba a decir mentiras”, narró. Llanos aseguró que, entonces, él recibió un informe ya hecho que le tocó firmar.

“No me estoy excusando de lo que hice. En ese momento, un subteniente de cinco meses de antigüedad frente a una persona que tiene 15 años de experiencia…. Uno cumplía las órdenes. En ese momento, yo recibo el informe de patrullaje”, señaló. Llanos dijo que, en la tercera operación, en la que hubo cuatro ejecuciones extrajudiciales, también se negó a firmar.

Fue el 14 de febrero de 2002. Estaban haciendo una requisa y llegó el mayor Gómez Naranjo en un carro al lugar en donde estaban. Les pidió que lo siguieran. Iban en caravana, pero la de Gómez iba primero. Llanos dijo que recibió un llamado desesperado de Gómez porque se apurara porque lo iban a matar. Cuando llegó a donde este estaba, Gómez estaba en el piso y apuntando con su arma hacia un sector. En ese sector había cuatro personas muertas.

Llanos dijo que él nunca disparó y que después se enteró de que todo fue un teatro. “Cuando llegué ni recibimos disparos ni disparamos. Al otro día me llama Gómez y me pide que haga el informe de patrullaje y yo me negué. Ese día fui y busqué a mi coronel (Publio Hernán Mejía). Y le dije, mi coronel: me están dando esta orden. Y me dijo: ‘hermano, eran bandidos y tenían que morirse, listo’”, contó.

Llanos dijo que esa frase la recibió con un tono fuerte y contundente. “Cuando le hablan a uno así, uno no puede ni musitar palabra. Tenía 21 años”, señaló. En las otras operaciones, contó el testigo, ya no reclamó y realizó y firmó los documentos para legalizar los resultados. 

“En los otros tres casos nunca llegamos a disparar. Nunca gastamos un solo cartucho. Por eso fue que yo presenté mi inconformismo por tener que decir mentiras en un papel, mientras que nunca hubo un combate ahí», precisó. Llanos fue absuelto en dos instancias y en casación por la Corte Suprema de Justicia y está sometido a la Jurisdicción Especial para la Paz.

La audiencia seguirá el viernes 20 de septiembre con la declaración de otros testigos. 

Tomado de: Cambio Colombia