Rodrigo Paz gana la presidencia de Bolivia y pone fin a 20 años de hegemonía del MAS

Rodrigo Paz gana la presidencia de Bolivia y pone fin a 20 años de hegemonía del MAS

El centroderechista Rodrigo Paz Pereira fue elegido este domingo presidente de Bolivia al imponerse en la segunda vuelta de las elecciones frente al exmandatario Jorge Quiroga. Con el 97 % de las actas escrutadas por el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, Paz alcanzó el 54,5 % de los votos, mientras que su rival obtuvo el 45,4 %.

La victoria marca el retorno de la derecha al poder después de dos décadas de gobiernos socialistas liderados por el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que dominó la política boliviana desde principios de los años 2000. El nuevo mandatario, economista de 58 años e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, asume la conducción del país en medio de la crisis económica más severa de las últimas cuatro décadas.

Un giro político desde la primera vuelta

La primera vuelta electoral, realizada el 17 de agosto, ya había anticipado un cambio de rumbo. Rodrigo Paz, candidato del Partido Demócrata Cristiano (Bolivia), se ubicó en primer lugar con cerca del 32 % de los votos, seguido por Jorge “Tuto” Quiroga, que sumó alrededor del 26 %. Ninguno alcanzó la mayoría necesaria, lo que llevó al país a una segunda ronda decisiva.

Para muchos analistas, estos resultados representaron el inicio del fin de la hegemonía del MAS, que por primera vez en 20 años quedó fuera de la contienda final. El mapa político boliviano se reconfiguró en torno a opciones de centro y derecha, algo que no ocurría desde principios de siglo.

El perfil del nuevo mandatario

Rodrigo Paz Pereira nació el 22 de septiembre de 1967 en Santiago de Compostela, España, durante el exilio de su padre. Se define como un político de centro que busca “modernizar sin destruir”, y ha presentado un programa basado en reformas económicas, descentralización de recursos públicos y un modelo que denomina “capitalismo para todos”.

Su triunfo significa un cambio profundo en la correlación de fuerzas políticas en Bolivia. Además de administrar la transición tras dos décadas de gobiernos de izquierda, enfrentará el desafío de estabilizar la economía, marcada por una fuerte caída de las reservas internacionales y una inflación en aumento.