
A tres meses de la desaparición de Yennis Vanessa Salazar Zabaleta, expersonera municipal, el municipio de Tamalameque no pierde la esperanza ni cesa en su llamado por justicia. Familiares, amigos y miembros de la comunidad se unieron este 21 de mayo en una emotiva velatón para exigir su pronta liberación y recordar su legado como servidora pública y defensora de derechos.
La jornada de solidaridad tuvo como eje central una misa en la parroquia San Miguel, donde se dieron cita autoridades locales, seres queridos y ciudadanos que han seguido de cerca el caso. Durante la ceremonia, se recordó a Yennis como una mujer íntegra, comprometida con las causas sociales y profundamente entregada a las comunidades más vulnerables.
Yennis fue secuestrada el 21 de febrero de 2025, cuando se desplazaba entre los corregimientos de Las Vegas y Saloa, en jurisdicción del municipio de Chimichagua. Viajaba junto al ingeniero agrónomo José Antonio Ardila y el técnico en cultivos Andrés Urueta, quienes fueron liberados pocos días después, el 24 de febrero. Desde entonces, no se ha tenido información sobre el paradero de la abogada de 34 años, ni se conocen comunicaciones de sus captores.
El silencio ha sido angustiante. Sin respuestas claras, la familia y la comunidad mantienen viva su voz, exigiendo resultados en las investigaciones. Como parte de los esfuerzos por esclarecer el caso, las autoridades del Cesar han ofrecido una recompensa de hasta 60 millones de pesos a quien brinde información que permita dar con su ubicación.
Tamalameque no olvida a Yennis. Con velas encendidas y oraciones compartidas, el pueblo reafirma su compromiso de no descansar hasta que vuelva a casa.