Después de tanta lucha, de ires y venires, hoy la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló a favor de Nicaragua y decidió que Colombia debe «cesar inmediatamente» sus operaciones patrulleras y sus actividades de pesca e investigaciones marítimas en aguas de la zona económica exclusiva nicaragüense.
La noticia cayó como una pedrada a los colombianos que por años vienen luchando por su soberanía nacional y defendiendo lo que a según, nos pertenecería territorialmente. Nicaragua y Colombia llevan décadas disputándose en instancias internacionales la soberanía del archipiélago de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y las actividades sobre las aguas en disputa han sido origen de varias controversias.
Este jueves el fallo de La Haya da así la razón a Nicaragua en su querella presentada en 2013 sobre supuestas violaciones de derechos soberanos y espacios marítimos por parte de Colombia en el mar Caribe.
La CIJ «falló por nueve votos contra seis… que la República de Colombia debe cesar inmediatamente esta conducta», dijo el juez Joan Donoghue, en referencia a los incidentes entre la marina colombiana y las embarcaciones de investigación y pesca nicaragüenses.
Que dice el gobierno colombiano?
Este mismo jueves, en reacción al fallo, el presidente de Colombia, Iván Duque, aseguró que su gobierno no permitirá que Nicaragua limite los derechos de su país en el mar Caribe ni los de la comunidad raizal del archipiélago de San Andrés y Providencia.
«Mi gobierno, hasta el próximo 7 de agosto, continuará en la tarea superior de evitar que Nicaragua limite o pretenda limitar los derechos de Colombia», manifestó Duque en una declaración al país desde la isla de San Andrés, acompañado por la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, la cúpula militar y policial y otras autoridades.
«De conformidad con el derecho internacional, procuraremos la protección del medio ambiente marino y la continuidad de la interdicción del tráfico ilícito de estupefacientes y la lucha contra los delitos transnacionales en el área», añadió Duque.
Joseph Jessie, representante de la etnia afrocaribeña que vive en las islas de San Andrés y Providencia, dijo en un audio compartido por la Cancillería que sintió una sensación de «misión cumplida» cuando el tribunal reconoció los derechos de pesca de su comunidad.
Los abogados de Nicaraguaante la CIJ declinaron comentar sobre la decisión.
Pese a que la sentencia de hoy se interpreta como un revés para el país, el presidente destacó que «la Corte no aceptó la pretensión de Nicaragua de que Colombia fuera condenada a pagarle una indemnización y rechazó la pretensión de que el caso se mantuviera abierto hasta que Colombia cumpliera el fallo de 2012».
Tras conocerse el fallo en La Haya, Carlos Arrieta Padilla, representante del gobierno colombiano, dijo que no veía la resolución como una victoria para Nicaragua porque no se habían garantizado todas sus demandas.
Colombia argumenta que sus límites solo se pueden modificar mediante un tratado ratificado por el Congreso, por lo que no puede aplicar en su totalidad el fallo de la corte de 2012.
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