Aida Merlano es condenada a siete años de prisión domiciliaria por fuga de su madre
Aida Victoria Merlano Manzaneda fue condenada, en primera instancia, a siete años y medio de prisión domiciliaria. Así lo determinó un juez de Bogotá, luego de valorar las pruebas que rodean la cinematográfica fuga, en 2019, de la excongresista prófuga Aida Merlano Rebolledo. Una vez superado el juicio se determinó que la joven influencer no solo sabía del escape, sino también participó en la ejecución del mismo plan delictivo.
El juez consideró que los hijos de la excongresista prófuga “habrían ingresado los elementos indispensables para la fuga. Entre ellos la soga por la cual descendió del piso tercero del edificio y los guantes que para ello utilizó. Elementos que entraron al lugar en un maletín color negro”. El despacho aceptó la hipótesis de que los jóvenes escondieron el maletín en un baño del centro médico, que la excongresista Merlano luego tomaría para culminar el plan dentro del consultorio del odontólogo Javier Cely.
Sobre el odontólogo, consideró el despacho, se explicó que no tenía cómo saber que el hermano de Aida Merlano Manzaneda era menor de edad. Sumado a ello, tanto Merlano Manzaneda como Merlano Rebolledo fueron tajantes en mencionar que Cely no tuvo nada que ver con el plan de escape. Además, el expediente dejó claro que el odontólogo no tenía autoridad para elegir qué pacientes atender, dado que había sido contratado por otro odontólogo que sí tomaba decisiones allí dentro.
El juez del caso consideró, además, que no es creíble que la excongresista Merlano hubiese recibido la soga roja en la cárcel, como lo dijo en su testimonio. Ello porque los dragoneantes entrevistados aseguraron que no se le halló ningún elemento cuando salió de prisión con destino a la cita médica. Aparte, funcionarios del centro odontológico recordaron que el hijo de Merlano llevaba una maleta negra, la cual ubicó en el baño del consultorio.
El 1 de octubre de 2019, la excongresista Merlano logró una cita odontológica en el Centro Médico La Sabana. Entonces, estaba recluida en la cárcel El Buen Pastor por liderar un esquema de compra de votos en la costa. En medio de la cita en el consultorio de Cely, ante la mirada de sus hijos, la política amarró una soga a una de las sillas y la escondió en un bote de basura. En un momento Cely salió del lugar, situación que fue aprovechada por la excongresista para lanzar la soga fuera de la ventana y caer torpemente a la calle.
Allí la recogió una motocicleta y, desde entonces, se sabe que permanece en Venezuela. Desde el país vecino ha rendido declaraciones y entrevistas en las que vincula al clan político Char con la compra de votos y supuesta corrupción contractual. El abogado Miguel Ángel del Río, como lo anunció una semana antes, explicó en audiencia que la condena será apelada y, por tanto, el expediente tendrá una segunda valoración ante el Tribunal Superior de Bogotá.
El abogado penalista se mantiene firme en asegurar que el escape fue planeado por un “clan del departamento del Atlántico”. Que la soga por la cual se deslizó llegó a la cárcel El Buen Pastor, desde donde su cliente salió al consultorio del odontólogo Cely. “Ni su hija, ni el odontólogo tenían nada que ver con la organización. Ellos tenían todo organizado. Ella (la excongresista) ya llevaba todo cuando salió de la cárcel y las dragoneantes del Inpec nunca la revisaban. Por eso se llevó eso así”, dijo del Río en entrevista.